martes, 25 de junio de 2013

De "La nación frente al Estado" (España, 12 de febrero de 1915)

"Nada más absurdo que pensar en arreglarlo todo sustituyendo a la política de unos políticos con la política de otros. Esto es desconocer la densidad de la desconfianza nacional: el político, por lo menos transitoriamente, no podrá llevar, quienquiera que sea, la plenaria esperanza al corazón popular".

martes, 18 de junio de 2013

De "España saluda al lector y dice:" (España, 29 de enero de 1915).

"El desprestigio radical de todos los aparatos de la vida pública es el hecho soberano, el hecho máximo que envuelve nuestra existencia cotidiana. Todos sentimos que esa España oficial dentro de la cual o bajo la cual vivimos, no es la España nuestra, sino una España de alucinación y de inepcia.

Pero no se ha fundado España para con el fin de decir sólo esto, que es una negación. La negación sólo es útil y noble y piadosa cuando sirve de tránsito a una nueva afirmación. Si nuestro pueblo ha perdido la fe en todos los institutos oficiales, hace falta que la cobre en sí mismo. Es preciso reorganizar la esperanza española".

martes, 11 de junio de 2013

De "España saluda al lector y dice:" (España, 29 de enero de 1915).


En 1915, Ortega y Maeztu se distancian por la aproximación de Maeztu al grupo “The New Age”, y su creciente fervor religioso.

Los intelectuales de la Liga de Educación Política fundan la revista “España” como órgano oficial de aquella. Solo Unamuno se mantuvo reticente. “España” fue un semanario dirigido por Ortega hasta 1920, aunque reaparecerá en 1922 dirigido por Manuel Azaña y Luis Araquistáin, aunque a principios del mismo año la revista desapareció definitivamente. 

Durante el otoño de 1915 y el primer trimestre de 1916, Ortega impartió un curso titulado “Sistema de la Psicología” en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, del que era director de la Sección de Filosofía.

 "Creemos, en efecto, que ha empezado para nuestro país una buena época. ¿No es esto demasiado optimismo? -se nos dirá. No; porque hay en la historia dos clases de buenas épocas. Es una la de aquellos tiempos brillantes y magníficos en que las virtudes de una raza dan sus mejores frutos; son las épocas de plenitud y gloria. Pero hay otras épocas sin plenitud y sin gloria, menos aún, llenas de agonías y miserias que, no obstante, pueden ser fecundas y saludables. Son aquellas en que el pueblo no padece ilusiones ni vive alucinado creyendo que posee buenos políticos y buenos generales, buenos hacendistas y buenos oradores, buenos poetas y buenas tierras ubérrimas, buenos maestros y buena industria, cuando nada de esto tiene. Pues bien, media España, por lo menos, ha entrado ya en una de estas edades, exentas de gloria pero transidas de sinceridad.

¿Es ello una frase, nada más? Tú, lector, que tal vez vives en el fondo de una provincia, ocupado en la modestia de tus afanes aldeanos, recapacita con la mano puesta sobre el corazón y pregúntate que institución vigente de la vida pública española te merece confianza y te impone respeto. ¿No es cierto que del Parlamento a la Universidad, pasando por las Academias, del Ministerio de la Guerra a los Cuerpos judiciales, pasando por las oficinas de Hacienda, nada despierta en ti fe?".

martes, 4 de junio de 2013

Última cita de "Meditaciones del Quijote" (1914).

"Ya en el Quijote se vence el fiel de la balanza poética del lado de la amargura para no recobrarse por completo hasta ahora. Pero este siglo, nuestro padre, ha sentido una perversa fruición en el prsimismo; se ha revolcado en él, ha apurado su vaso y ha comprimido el mundo de manera que nada levantado pudo quedar en pie. Sale de toda esta centuria hacia nosotros como una bocanada de rencor".